ANALISIS LITERARIO DE PRISIÓN VERDE





ANÁLISIS LITERARIO
PRISION VERDE
RAMON AMAYA AMADOR


PRESENTADO POR:
·         Aurora Magdalena Sandres Aguilar     2016-1006-0156
·         Cesia Eunice Moya                              2015-1002-0019
·         Mariela Nicolle Ordoñez López            2018-1001-0234
·         Nuvia Yamileth Santos Torres              2018-1003-0157
·         Cesar Antonio Castillo                          2017-2003-0104
·         Junior Ismael Ramírez Ramos             2017-1001-0545
·         Nery Sebastián Hernández Ramírez   2016-3006-0056
·         Selvin Rahomir Merlo Aguirre              2018-1001-0417


CATEDRATICO:
Lic. Erika Vanessa Hernández Rivera

FECHA DE ENTREGA:



INTRODUCCION



En el siguiente análisis literario se muestra un resumen de la novela ¨Prisión Verde¨ de Ramón Amaya Amador, con el que tratamos de mostrar parte de lo que es esta gran historia sucedida aquí en Honduras, así también poder conocer todos sus puntos más importantes y reflejarlos de la manera mejor posible, para comprender el trama y todo lo que conlleva esta novela.
Siendo una de las obras literarias más codiciadas de Honduras, y que en su tiempo sirvió como prueba para usar en los juzgados porque relata todos los sufrimientos y las injusticias que ocurrieron en esa época, también muestra la corrupción que había, tanto en las clases dominantes de la economía, así también en el gobierno, quien estaba sumido por la dictadura de Tiburcio Carias Andino.
Pero lo más importante, el proceso que lleva a la formación de a conciencia de clase entre los trabajadores, desde la resignación ante el poder, pasando por el estallido de corto alcance, hasta llegar a la propuesta de un cambio radical en la sociedad haciendo de la clase obrera la clase gobernante, Desde Prisión Verde Amaya Amador le habla a la Resistencia de nuestros días a través de Máximo Lujan: ¨En política necesitamos algo distinto al caudillismo tradicional, al compadrazgo, al paternalismo de los ¨gorgueras¨. Necesitamos que los anhelos de las masas trabajadoras se plasmen en un ideal político, y este ideal, en un verdadero partido de trabajadores, partido revolucionario de verdad. Ya no debemos creer en hombres-ídolos: de sus promesas está llena nuestra historia política¨.










BIOGRAFIA DE RAMÓN AMAYA AMADOR


Ramón Amaya Amador nació en Olanchito, el 29 de abril de 1916, educado en la ciudad de La Ceiba comenzó su obra y aprendizaje trabajando en unas plantaciones bananeras ubicadas en La Ceiba.
En 1941 comenzó una etapa como periodista, empleándose en el periódico El Atlántico de La Ceiba, comenzó  como redactor escalando rápidamente hasta llegar a ser editor periodístico. En octubre de 1943 fundo una revista semanaria en la ciudad de Olanchito, llamada Alerta.





En 1944, escapando de la  persecución política huyó buscando exilio en Guatemala, país que lo acoge por los siguientes diez años. Trabajó en el periódico Nuestro Diario y prestó colaboración en El Popular Progresista, Mediodía y Diario Centroamérica. Tras el derrocamiento del presidente Jacobo Arbenz, buscó asilo en la embajada de Argentina para posteriormente migrar hacia este país, donde se radicó en la ciudad de Córdova y trabajó para la editorial Sarmiento, es en esta ciudad donde conoció a Regina Arminda Fúnez con quien se casaría el 19 de enero de 1957.
En mayo de 1957 regresó a Honduras, donde comenzó a trabajar para el periódico El cronista y fundó la revista Vistazo en Tegucigalpa. En abril de 1959 abandona de nuevo el país con su esposa y sus dos hijos: Aixa Ixchel y Carlos Raúl, radicándose en Checoslovaquia. Tomó residencia en la ciudad de Praga, donde trabajó para una revista llamada “Problem of Peace and Socialism”.


SUS OBRAS

NOVELAS, CUENTOS Y POESIAS: Su producción literaria incluye más de treinta obras entre novelas, cuentos, poesía y teatro. Varias de las cuales han sido traducidas al alemán, checoslovaco, chino, ruso y recientemente al inglés. A continuación alguna de ellas:
Publicadas:
·         Prisión Verde (1945)
·         Amanecer (1947)
·         El Indio Sánchez (1948)
·         Constructores (1957)
·         El Señor de La Sierra (1957)
·         Los Brujos de Ilamamtepeque (1958)
·         Memorias de un Canalla (1958)
·         Biografía de un machete (1959)
·         Destacamento Rojo (1960)
·         El camino de mayo (1963)
·         Cipotes (1963)
·         Con la misma herradura (1963)
·         Jacinta Peralta (19649
·         Operación Gorila (19659
·         Morazaneida (1966) Hasta ahora sólo un volumen de cinco editado.

Inéditas:
·         La molienda (1944)
·         La india del amor derrotado (1955)
·         Fronteras de caoba (1956)
·         Buscadores de botijas (1961)
·         Un aprendiz de mesías (1961)
·         Tierras bravas del coyol o cinchonero (1962)
·         El hombre embotellado (1965)
·         Tierra santa (1965)
·         El sombrero de junco.
·         Sombras de la montaña
·         La última orden





FALLECIMIENTO
Falleció durante un accidente de aviación en un vuelo TABSO LZ101 ocurrido el 24 de noviembre de 1966, acaecido en las cercanías de la ciudad de Bratislava, Eslovaquia.
En septiembre de 1977 los restos de Ramón Amaya Amador finalmente fueron repatriados y regresaron a la ciudad de Tegucigalpa M. D. C. su viuda Regina Arminda Fúnez fallecería en la República de Argentina en el 2007.

Amaya Amador fue cremado en el crematorio de Praga el 10 de diciembre de 1966 y posteriormente trasladadas sus cenizas a España.








MARCO HISTÓRICO


El 8 de Octubre de 1943 fundo Ramón Amaya Amador, con su amigo Dionisio Romero Narváez, el semanario “ALERTA”, en el que se consagro a la defensa de los intereses de los trabajadores bananeros. Este paso,  que puede considerarse significante en una época distinta a aquélla, constituye una muestra formidable de la compatibilidad y la entrega incondicional de Ramón Amaya Amador  a las cosas de nuestro pueblo, pues entonces vivíamos bajo en terror de la dictadura encabezada por Tiburcio Carias Andino, que se apoyaba en el desenfreno de los famosos “comandantes de armas”, es decir, sus principales testaferros, que contaba con autorizaciones en blanco para hacer su voluntad en cada pueblo.

 La aparición del semanario “ALERTA” bajo aquellas condiciones, significaba un desafío temerario, que solo al poder de un régimen abiertamente despótico, sino también a los medios represivos de las compañías bananeras, las cuales disponían de sus propios recursos en tal sentido. Prueba de ello es que, poco tiempo después de fundado el periódico, Amaya-Amador fue detenido y llevado a las cárceles de La Ceiba, donde el comandante de Armas respectiva –el  famoso general Rufino Solís- ordeno darle una soberana  paliza para obligarlo a retirarse de sus actividades revolucionarias. El parque central de la bella ciudad norteña fue testigo de semejante barbarie.    


Prisión verde  se escribió en la decadencia  de cuarentena. Entonces los sectores democráticos y populares de Honduras Vivian un proceso de acumulación de fuerzas muy importante, destinado a cambiar el clima de brutalidad, de negociación de todo derecho, manteniendo bajo la dictadura terrateniente-burguesa de 1954, la que, si bien no logro todos los propósitos de los trabajadores, produjo cambios sustanciales en la historia de nuestro país.

 Los antecedentes preparativos de este hecho extraordinario fueron los esfuerzos organizados de los obreros del banano en distintos puntos del vasto imperio, así como los conatos insurrecciones llevados a cabo durante la década del cuarentena, e incluso antes.

Amaya Amador, sufriendo en carne propia la inhumanidad explotación de los monopolios yanquis y protagonista el mismo de los esfuerzos reivindicativos de los “campeños”, creyó útil escribir la historia de las tantas luchas frustradas que por entonces tuvieron lugar y que, como lo hemos dicho ya, no fueron otra cosa que los elementos acumulativos de la gran explotación de 1954. Esta historia es “Prisión Verde”. 

La mejor obra de Ramón Amaya Amador es, sin duda alguna, Prisión Verde, escrita inicialmente en verso, pero después vaciada al sobrio lenguaje de la prosa, aunque con rastros indudables de la primera versión.

 Este libro recoge la experiencia, dolorosa y brutal, del novelista como trabajador bananero. Es, en cierto sentido, una obra-testimonio, pues, como en todos los trabajos de Amaya Amador, en ella se cuenta fielmente la historia cotidiana de nuestro pueblo. Por eso pudo también decir, siguiendo el hilo de Balzac: "la sociedad hondureña es el historiador y yo no tengo más que ser su secretario".





CRONOLOGÍA


Prisión Verde fue publicada por primera vez en 1950, por la Editorial Latina en Guatemala. Escrita por Ramón Amaya Amador.

Empieza con el ambiente que se vive en las oficinas de las Standard Fruit, específicamente en la oficina de Mr. Still, quien intenta comprar a los terratenientes las pocas tierras que aún no posee la Bananera.

 Uno de los Terratenientes que vendió sus tierras a la Bananera (Martín Samayoa), he hizo mal uso del dinero, solicitó ayuda de Mr. Still, para ser capataz, pero este lo desprecia y no le ayuda. Máximo Luján ¨Venenero ¨  ayuda a Martín Samayoa y se vuelve como él venero en el Valle del Aguán y específicamente en Culuco.

 Surgen acontecimientos que se desatan, debido al mal trato que los trabajadores reciben por parte de los capataces de la finca, con el visto bueno de los Jefes ¨Los gringos¨.

Tratan de Unirse, no solamente los Veneneros de Culuco, pero los de la Capital, pero nunca logran  comunicaciones efectivas. Máximo Lujan los exhorta para darse cuenta en la miseria que viven y que algún día será todo diferente, con el derrocamiento del régimen dictatorial de ese entonces, pero no están preparados aún.



Surge la Muerte de Don Braulio, enfermo de Tuberculosis, que muere trabajando, eso causa indignación en sus compañeros, sirviendo a los amos extranjeros. Catuca hija de Lucio Pardo es violada por el Capataz Encarnación Benítez y queda embarazada.

 Matan al Esposo de Juana de Ruíz, ya que uno de los Jefes Mr. Jones quiere quedarse con ella. Como venganza Mr. Still y el Abogado Párraga le tienden una trampa al único Terrateniente que no quiso vender sus tierras y esto lo lleva a la ruina y luego a su muerte.

Lucio Pardo, coludido con Marcos (quien al final los traicionó), comenzaron una reyerta, cansados del trato que les dan a ellos y a los que han caído muertos en el deber. Todo sale mal, debido a que no se unieron y  meten en la cárcel a los amigos de Máximo Luján y a él se lo llevan y lo matan.

Lucio Pardo trata de buscarlo, pero no lo encuentra y consigue la forma de vengarse de su muerte, matando en forma de accidente a los jefes y capataces. Nunca encuentran el cuerpo de Máximo, ni a la mujer que amó que se volvió loca de dolor al ver que lo habían matado. Lucio Pardo admitió ser el autor del atentado, para que no pagaran inocentes, por lo que había hecho y lo mataron, debajo de una mata de plátano, murió ahorcado.

Al final los únicos sobrevivientes Catuca y su hijo, Samayoa, Plácida y Tivicho, buscando nuevos horizontes, lejos de la Prisión verde, siempre con la esperanza de que las nuevas generaciones podrán liberarse del yugo de los opresores y recordando a Máximo Luján el revolucionario.






SINOPSIS
Ramón Amaya Amador relata su experiencia en los campos bananeros para elaborar su novela. El propósito del autor —más que hacer un aporte literario— es crear una conciencia política que produzca un cambio social que mejore las condiciones y la calidad de vida de los trabajadores hondureños.
Los campos bananeros son descritos en la novela como una “prisión verde”, por la misteriosa atracción que ejercen sobre los trabajadores a pesar de ser explotados sienten el impulso a quedarse trabajando ahí a pesar de todas las dificultades. Amaya Amador empieza su relato en el ambiente de una de las oficinas de las compañías, en la que un “jefe gringo” —Míster Still— intenta convencer al terrateniente Luncho López para que le venda sus tierras a la compañía bananera.
Después de la reunión con los terratenientes, aparece en mala facha el señor Martín Samayoa, quien después de haber derrochado el dinero que le dio la compañía por su terreno, buscaba la ayuda de Míster Still para que le diera un trabajo de capataz, pero éste lo despreció y lo mandó a buscar trabajo de peón. Desalentado por el desaire y sin dinero, Samayoa tuvo la suerte de conocer al campeño Máximo Luján, quien lo llevó a vivir a su casa, un lugar miserable en el que vivía con otros trabajadores de la bananera y le consiguió trabajo como regador de veneno.

 En cada episodio del libro siempre hay alguna injusticia de parte de la Compañía que provoca la indignación de los trabajadores. Pero el grupo de Máximo Luján va adquiriendo cada vez más conciencia social.
Sobre los partidos políticos tradicionales: el Partido Nacional y el Partido Liberal, Luján opina que “tienen la misma esencia: oligarquía; y sirven al mismo patrón: las Compañías Bananeras”… “En política necesitamos algo distinto”. Necesitamos que los anhelos de las masas trabajadoras se plasmen en un ideal político, y este ideal, en un verdadero partido de los trabajadores, partido revolucionario de verdad. Ya no debemos creer en los hombres-ídolos: de sus promesas está llena nuestra historia política”.
La situación de los trabajadores empeora cuando suben de precio los productos de los comisariatos, que eran propiedad de la misma compañía. A los trabajadores el gobierno les cobra impuestos para crear escuelas y hospitales, y sin embargo no reciben ninguno de esos servicios. Cuando muere un conductor de una grúa en un accidente, un jefe gringo se enoja con el difunto por echar a perder la máquina con valor de miles de dólares y grita encolerizado: “¡Mejor se hubieran matado cien desgraciados!”. Esto provoca una gran indignación de los trabajadores que no soportan tantos maltratos y humillaciones, por lo que deciden ir a la huelga. Y deciden nombrar a Máximo Luján como director de la misma.
El libro se cierra con los amigos recordando a Máximo Luján y su legado: “La prisión verde no es solo oscuridad. Máximo encendió en ella el primer hachón revolucionario. Otros cientos de hermanos se encargarán de mantenerlo enhiesto”.

ARGUMENTOS


Todo empieza con la compra y venta de parcelas de tierra, desembocando con partes accesibles a la venta y con otra parte resistiéndose a la misma. Esto provocado por la mega compañía del cultivo del banano incrustada en la costa norte de Honduras.

Esta compañía no se presentó con transparencia beneficiando a pocos y perjudicando a la gran mayoría, como en todo en lo que está relacionado con grandes cantidades de personas la administración se torna compleja y este caso no fue la excepción.

En este negocio se involucró personajes trabajadores del estado, los que se prestaron para dañar a los que más de cerca trabajaban o a los que se relacionaban con la ejecución de los trabajos del campo.

 En el campo había distintas jerarquía entre los mismos trabajadores, los cuales eran tratados con la menor delicadeza e incluso eran castigados físicamente si no cumplían con sus tareas a esto sumarle las enfermedades a las que eran prisioneros provocados por el ambiente en el que vivían.




Los representantes del gobierno, deben preocuparse por el bienestar de cada individuo, asegurándose que no se violen sus derechos (salud, educación, alimentación, etc.), independientemente de con quien estén negociando y lo que esto implique ya sea para crecimiento personal o del mismo estado, ya que no se debe ganar lo poco perdiendo lo mucho y este caso en particular la salud e incluso la vida de los trabajadores.

Se permitió que grandes masas de personas se movilizaran bajo una ilusión que los terminó atrapando, y no permitiéndoles poder desistir de dicho embrujo, motivados con la idea de una vida mejor, apantallados y más temprano que tarde se dieron cuenta que incluso con su escases en sus lugares de origen vivían mejor.

En este punto, y desde el inicio y/o ingreso de estas compañías se debe plantear y/o analizar los beneficios y los contras de dichos acuerdos, donde ninguna de las partes salga menos beneficiada que la otra.

 Lo mejor es socializar la idea o negociación o por lo menos asignar un representante de cada una de las partes (representante compañía extranjera, representante del estado y representante de los campesinos) estos deben estar de acuerdo para poder tomar una decisión de que hacer y cómo hacer, de lo contrario no alterar la actividad de la gran mayoría, bajo ningún argumento que no plantee claramente la razón de dicha acción.









PERSONAJES

Personajes principales:
·         Máximo Lujan:
Un hombre afectado por el paludismo provocado por la vida en la plantación (se dedican a la irrigación de veneno), procedente de Santa Rita, quien siendo muy joven perdió a su mama por esta misma enfermedad y a su papa envuelto en la mala vida alcohol, juegos quien fue asesinado. Máximo Lujan es buscado por Camilo.

·         Lucio Pardo:
Un hombre mayor, esposo de Placida y padre de Catuca. Es un obrero en la plantación desempeñando diferentes actividades, este es de carácter brusco, violento, soberbio quien ha vivido por muchos años en los campos bananeros, y conocía la historia sangrienta y tremenda del trabajador de la costa norte.


Personajes Secundarios:
·         Míster Still:
Dueño y/o representante de la compañía extranjera quien se encargó de comprar  las tierras a los campesinos, poner la plata para la siembra de la planta del banano, etc. Un hombre de energía ilimitada, severo y autoritario.
·         Parraga:
 Un abogado sin muchos escrúpulos que se encargaba de la parte legal de los negocios de Míster Still.
·         Lucho López:
Un personaje aferrado a sus pertenencias presentes en su familia de generación en generación, negándose rotundamente al desprendimiento de las mismas.

·         Cantillano y Cierra:
Personajes embelesados por la palabrería y aparentemente buenas ofertas de parte de Míster Still cedieron a la venta de sus pertenencias.

·         Tiburcio Carias Andino:
Presidente de la república y que se encargó de implantar medidas o castigos extremos para los supuestos culpables de alguna acusación.

·         Martin Samayoa:
Ex propietario de una pequeña parcela, la que fue vendida a Míster Still, quien en su momento se le dijo que contara con el apoyo de parte de los nuevos dueños si algo llegara a necesitar, pero después de cinco años esta necesidad llego y Míster Still, lo había olvidado y Samayoa fue tratado con indiferencia.

·         Catuca Pardo:
Mujer joven, de muy bonita sonrisa, de silueta muy parecida y que tenía a Máximo embelesado.

·         Placida:
Una mujer sumisa y sometida.

·         Camilo:
Encargado de los contratos y quien está recibiendo una propuesta de negociación de parte de Míster Foxer, sobre ventajas que implica los nuevos contratos.


TEMAS

·         Injusticia
·         Pobreza
·         Hambre
·         Violaciones
·         Esclavitud
·         Corrupción

PROBLEMÁTICA

El autor quiso dar a conocer todo lo que sucedía en los campos bananeros y todo lo que sufrían por la presencia de la empresa Standar Fruit Company. El señor Martin Samayoa quien después de haber derrochado el dinero que le dio la compañía por el terreno él les había vendido, busco la ayuda de Míster Still para que le diera un trabajo de capataz, pero Míster Still lo menosprecio y lo mando a buscar trabajo de peón.
El señor Samayoa, desalentado por el desaire y sin dinero tuvo la suerte de conocer a un campesino, Máximo Lujan quien lo llevo a vivir a su casa, un lugar miserable que vivía hacinando con otros trabajadores de la bananera y le consiguió trabajo como regador de veneno, por lo cual ellos eran llamados veneneros. Las mujeres también eran víctimas de la opresión capitalista de las bananeras. Por la miseria, muchas campesinas se vieron obligadas a dedicarse a la prostitución. Estanio Parraga era el abogado que había engañado a Lucho López. Sierra y Cantillano se vieron obligados a pedir trabajo de peones en la compañía, como a Martin Samayoa le había tocado. 

En un accidente un conductor de una gran grúa muere, y un jefe gringo se enoja con el difunto por echar a perder una maquina con valor de miles de dólares y grita encolerizado: “¡Mejor se hubieran matado cien desgraciados!”, frase que dio a conocer la importancia que le daban a la vida de los trabajadores que por cierto al fin y al cabo los trataban como esclavos. Esto mismo provoca la reacción y una gran indignación en los trabajadores y se dan cuenta que ya no pueden soportar tantos maltratos, por lo tanto, deciden ir a huelga.

Decidieron nombrar a Máximo Lujan como director de la huelga, quien acepta el cargo a pesar de que la huelga se realizó de manera prematura. Y lo que sucede a corto plazo le da la razón a Lujan, huelga que le costó la vida. La huelga rápidamente fue reprimida por los militares, los cuales recibían órdenes de los altos mandos los cuales estaban a favor de la compañía bananera. A los huelguistas los llevan presos y al director de la huelga, Máximo Lujan lo matan y lo entierran debajo de una mata de plátano. De este modo, desbarataron el frente que se había formado contra la compañía bananera.

El viejo Lucio Pardo, para tomar venganza de la muerte de Lujan, a quien consideraba como su propio hijo y le tenía aprecio, hace volcar el motocarro en el cual se conducían un jefe gringo Míster Foxer y dos capataces, Encarnación Benítez y Carlos Palomo y el coronel que mato a Lujan. Todos ellos mueren en el accidente excepto Lucio Pardo, para el cual los problemas apenas comienzan. Los jefes gringos quieren demostrar quién manda y dar un castigo ejemplar, y por medio de torturas pretenden hacer que Lucio Pardo y sus amigos confiesen, pero es en vano todos sus esfuerzos. Pero los ex terratenientes Sierra y Cantillano, Lucio Pardo, con el fin de liberar a los inocentes, decide confesar ante los verdugos el atentado.

 Lucio Pardo muere ahorcado a mano de los militares. Pero a pesar de las tragedias y las perdidas vividas de algo podían estar seguros que la muerte de Máximo Lujan, no había sido en vano. Porque lo mataron no solo por ser huelguista, sino por llevar la verdad y la luz al cerebro y corazón de los proletarios, que por su sacrificio y muchos otros después, no lograron mantener en ignorancia y sumisión perpetuas a los trabajadores de la empresa bananera.







Tiempo


Prisión Verde se escribió en la década del cuarenta. Entonces los sectores democráticos y populares de Honduras vivían un proceso de acumulación de fuerzas muy importante, destinado a cambiar el clima de brutalidad, de negación de todo derecho, mantenido bajo la dictadura terrateniente-burguesa de Tiburcio Carías Andino.


 Ese proceso culminó con la gran huelga bananera de 1954, la que, si bien no logró todos los propósitos de los trabajadores, produjo cambios sustanciales en la historia de nuestro país. Los antecedentes preparatorios de este hecho extraordinario fueron los esfuerzos organizativos de los obreros del banano en distintos puntos del vasto imperio, así como los conatos insurreccionales llevados a cabo durante la década del cuarenta, e incluso antes. Amaya Amador, sufriendo en carne propia la inhumana explotación de los monopolios yanquis y protagonista él mismo de los esfuerzos reivindicativos de los "campeños", creyó útil escribir la historia de una de las tantas luchas frustradas que por entonces tuvieron lugar y que, como lo hemos dicho ya, no fueron otra cosa que los elementos acumulativos de la gran explosión de 1954.

Esa historia es Prisión Verde.







Espacio
Prisión Verde “ha sido el libro más perseguido del país. Por mucho tiempo fue prueba de convicción para el encarcelamiento. Los viejos de mi pueblo aún bajan la voz al sólo mencionar su nombre. Muchas veces fue enterrado vivo en la soledad de los patios después del Golpe de Estado” (Armando García, 1997). Los campos bananeros son descritos en la novela como una “prisión verde”, por la misteriosa atracción que ejercen sobre los trabajadores que viven ahí, quienes, a pesar de ser explotados y vejados en ellos, sienten el impulso a quedarse trabajando ahí a pesar de todas las dificultades.

Amaya Amador empieza su relato en el ambiente de una de las oficinas de las compañías, en la que un “jefe gringo” —Míster Still— intenta convencer al terrateniente Luncho López para que le venda sus tierras a la compañía bananera. En su intento para convencerlo le ayudan dos amigos de López: Sierra y Cantillano, quienes ya vendieron sus tierras e intentan influenciar a su amigo para que haga lo mismo, pero él se rehúsa tercamente.

En cada episodio del libro siempre hay alguna injusticia de parte de la Compañía que provoca la indignación de los cámpeños. Aunque no todos tienen la misma conciencia de su situación, hay quienes se han acostumbrado a la opresión, la ven como lo más normal del mundo, y no protestan. Pero el grupo de Máximo Luján va adquiriendo cada vez más conciencia social. En contra de los que proponen la violencia ciega como respuesta a la opresión —como el viejo Lucio Pardo— Luján propone que la victoria de la clase obrera reside en su capacidad de organización, y que hasta que no hayan creado su propio partido político y derribado a la dictadura no podrá haber un cambio en las condiciones de vida de los campeños.





Recursos literarios






















Figuras literarias


Figuras de Sonido
Aliteración
·         En el pico de cuatro botellas de cerveza se sostienen cuatro candelas encendidas.
·          
Pleonasmo
·         ¡Trescientos mil...! ¡Trescientos mil...! exclamo el abogado.
Figuras de Orden



Figuras de orden
Anáfora
·         Míster Still observaba con su mirada azul profundo, ora a uno, ora al otro de los hombres que frente a él, ocupaban sillones grises, sostenían entre si una acalorada discusión.
·         Y usted ya sabe que toda autorización de mi General es una orden y que toda orden emanada de él, se cumple al pie de la letra sin objeción.
·         De cuando en cuando salían del dispensario médico.
·         Los trabajadores vamos atadas a esos racimos y los racimos a nosotros.
·         ¡Se acaban los raspados de leche y de piña, a búfalo...! ¡Raspados requetebuenos!
·         ¡La justicia! ¿Qué tengo yo que ver con la justicia?
Polisíndeton
·         La sirvienta de Rufina, muchacha pálida y desnutrida pero agradable.
·         Todos los edificios, limpios, higiénicos y hermosos, tenían un aspecto elegante y atractivo que daba impresión.
Concatenación
·         Muy helado; me resfrió; y del resfrió a la pulmonía.



Figuras de Sentido
Asíndeton o Disfunción
·         Se había decidido y exclamo, retador: ¡Al diablo con los dólares! ¡Qué carajo! ¡No vendo mis tierras! ¡Es mi última determinación, míster! ¡No Vendo! ¡No venderé ni por todo el oro del mundo! ¡Palabra!
Apóstrofe o invocación
·         ¡Y acordarte, hombre de Dios, que lo haces pal’ progreso!
·         ¡Gracias a Dios! Exclamo agradecido Samayoa ¡Usted ha sido mi salvación!
·         ¡Dios Santo! ¿Qué ira a ser de este país en tales manos? Y yo creyendo en la honradez.
Oxímoron
·         Primero débil y lejano, luego fuerte y trepidante.









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